Mitos y realidades sobre los implantes dentales

Los últimos datos indican que en España se colocan alrededor entre 1,2 y 1,4 millones de implantes dentales al año. La cantidad habla por sí misma de la relevancia que esta técnica de restauración dental ha adquirido, en detrimento de otros sistemas, que no logran la misma funcionalidad, estética y bienestar para los pacientes.

Sin embargo, aún existe desconocimiento generalizado sobre los implantes, hasta el punto de que muchas personas se dejan llevar por creencias falsas o inexactas, pese al esfuerzo divulgativo que los profesionales y la industria realizan. Por eso, parece oportuno repasar algunos aspectos sobre los que existen dudas o ignorancia.

Los implantes pueden durar toda la vida

Un primer apartado es el de la duración de los implantes. Hay individuos que piensan que los implantes tienen caducidad, mientras otros creen que son para siempre, sin necesidad de preocuparse de ellos. Lo cierto es que los implantes pueden durar toda la vida, pero, para ello, deben darse algunas condiciones: que su colocación haya sido la adecuada, que no surjan enfermedades que puedan afectarles y que se evite la falta de higiene bucodental o hábitos perniciosos como el tabaquismo o el consumo de alcohol y otras sustancias.

En relación con lo expuesto, cabe afirmar que no existe rechazo de los implantes por parte del organismo. Estas piezas, hechas de titanio u otros materiales biocompatibles, no presentan ninguna contraindicación. Otra cosa es que el implante fracase por otros motivos, como errores de diagnóstico o colocación, falta suficiente de hueso, surgimiento de patologías adicionales o ausencia de higiene.

Otro aspecto que se desconoce es el del mantenimiento. Erróneamente se piensa que como no son piezas naturales, no requieren mantenimiento. Los usuarios olvidan que se trata de elementos insertados en el hueso y tejidos blandos del paciente y, por lo tanto, susceptibles de provocar enfermedades como la periimplantitis, que es la versión implantaria de la patología periodontal. En consecuencia, además de seguir manteniendo una higiene estricta, es necesario seguir protocolos específicos que proporcionará la clínica dental, equivalentes a las limpiezas técnicas de la dentadura propia.

Cualquier persona adulta puede colocarse implantes dentales

El tercer apartado tiene que ver con la idoneidad de los implantes. Hay quien cree que a las personas de más edad no les merece la pena un tratamiento de este tipo porque puede presentar incidencias. Sin embargo, podemos afirmar que la implantología no tiene edad. Todo el mundo presenta la necesidad de masticar y deglutir correctamente los alimentos para nutrirse con propiedad. Por ello, contar con una buena dentadura es una necesidad. Los avances quirúrgicos y técnicos permiten que haya soluciones de implantes prácticamente para cualquier tipo de circunstancia.

Relacionado con lo anterior, ciertas personas creen que los tratamientos con implantes son largos y dolorosos. Dolorosos, en absoluto, ya que con los métodos de anestesia y sedación consciente el paciente no experimenta ninguna molestia durante las operaciones. En el postoperatorio pueden surgir incidencias menores, pero al igual que en cualquier otra intervención, como una endodoncia o la extracción de una pieza. En la inmensa mayoría de los casos, todo se desarrolla con normalidad.

La implantología dental requiere de alta especialización

Y con respecto a la duración, hay que señalar que los progresos en el campo de la regeneración ósea y en la tecnología de materiales han permitido que una buena parte de los tratamientos sean cortos y mínimamente invasivos. En casos de pérdida de muchas piezas dentales o de muy baja densidad de hueso, es verdad que el período es más largo. Sin embargo, gracias a las prótesis provisionales, todo es mucho más llevadero.

Por último, conviene recordar la implantología es una disciplina compleja, para la que se precisa un buen dominio de las técnicas y conocimiento avanzado de la cirugía de tejidos duros y blandos. Sobre todo, la especialización es más necesaria en los casos en que deben aplicarse procesos de reconstrucción ósea. En ese sentido, a la hora de decidirse por un tratamiento de implantes, no debemos considerar solo el precio, sino la capacitación de los profesionales de la clínica en este campo.

¿Tienes más dudas? Te las resolveremos en tu primera visita.