Como la población española en general, muchas personas de más de sesenta años no prestan suficiente atención a su salud bucodental. Por eso, no son pocas las que llegan a la vejez con diversos problemas: ausencia de piezas dentales, dificultades para masticar, heridas en la mucosa oral debido a las prótesis, pérdida de funcionalidad o degradación estética, entre otros.
Hay aspectos que están íntimamente relacionados con el envejecimiento, como ocurre en el resto del organismo. Pero otros, vinculados al cuidado de la boca durante muchos años, requieren a priori el mismo abordaje que las patologías experimentadas por individuos más jóvenes. Sí es cierto que las personas mayores presentan una menor sintomatología y tienden a minusvalorar sus problemas de salud bucal, bajo la creencia de que el declive es inevitable.
Sin embargo, quienes mantienen la equivocada idea de que por la edad sus males no tienen remedio, han de pensar que están perdiendo grandes oportunidades de alargar la calidad de vida de la que disfrutaban antes. Por eso, nuestra recomendación es que no deben conformarse con tratamientos paliativos o soluciones provisionales, de escasa eficiencia.
La implantología no tiene edad: implantes dentales para las personas mayores
Hoy día contamos con conocimientos y recursos para mejorar la salud bucodental en las situaciones más comprometidas. Y estos avances no tienen, en términos generales, limitaciones de edad. Con respecto a los mayores, además de las manifestaciones del envejecimiento, el diagnóstico debe tener muy en cuenta el historial médico del paciente y las posibles influencias que otras patologías pueden ejercer sobre la boca. Pero más allá de estos condicionantes, podemos abordar tratamientos avanzados y complejos.
Es el caso de la implantología, que también está indicada para los mayores de sesenta años. Hace años que los trabajos científicos apuntan en ese sentido. Como señalaba un artículo en la revista Gerodontology, dedicada a la investigación de la salud dental en la vejez, “los estudios indican que el tratamiento de implantes es tan seguro para los mayores como para los jóvenes. Las tasas de éxito en la colocación de implantes en ancianos son muy elevadas, por lo que cabe concluir que la edad no es un factor relevante”.
En varias ocasiones me he encontrado en la consulta con pacientes de esta edad que llegaban con recelo y escepticismo. Sin embargo, su percepción ha cambiado totalmente tras comprobar que la pérdida de dientes, las dificultades al comer o las molestias de la prótesis se han superado con un adecuado tratamiento de implantes. Como algunos suelen decir, “he recuperado el placer de poder comerme un bocadillo”. Aquí se puede ver un testimonio de nuestra consulta:
No debemos negar que el proceso, debido principalmente a la falta de masa ósea y al envejecimiento de los tejidos, puede ser más laborioso que en sujetos de menor edad. Pero al final, los resultados acaban siendo igual de satisfactorios. Y con una gran diferencia, y es que las personas mayores aprecian mucho más la recuperación de su salud bucodental porque les abre posibilidades que creían definitivamente perdidas, tanto desde la perspectiva utilitaria como la estética.
Por todo ello, nuestro consejo es que nadie debe considerar la edad como un obstáculo para mejorar la salud bucodental. Con un diagnóstico preciso, en el que es necesario recurrir a las herramientas digitales para asegurarnos de que disponemos la visión más completa del paciente y las opciones terapéuticas, podemos llevar a cabo tratamientos eficaces y duraderos que devuelvan la salud, la funcionalidad y la sonrisa.